Techos Rojos, la primera reseña
El libro lo terminé hace poco más de una semana. Estaba por escribirte o mandarte un mensaje. Tremendo libro, pana, tremendo libro. Me impactó la narrativa que manejas para contar los hechos sucedidos.
No lo imagino, porque, claro, tú lo habrás vivido en primera persona. Yo reviví, porque estuve en la marcha del 11 de abril. Yo llegué hasta la escalinata del Calvario, ahí estuve yo, y reviví cada cosa de ese día que, bueno, marcó mi vida. No me esperaba nada de lo que sucedió ese día. Creo que los que estábamos allí, que fuimos de manera inocente, no nos esperábamos esa matanza que ocurrió. Yo fui testigo de eso, a mí nadie me lo contó, yo lo viví. Es más, yo vi francotiradores, los vi cuando se asomaban y disparaban. Yo no sabía de qué bando eran, presumía que era del bando de estos malditos. Y yo vi, o sea, a mí nadie me lo contó. Y fui testigo también de cómo la Policía Metropolitana nos ayudó a los que estábamos allí a resguardarnos para que no nos pasara nada
.Me hiciste revivir todo ese evento, al igual que la tragedia de Vargas. Aunque yo no fui a ayudar, lo vivimos muy de cerca porque tuve primos que sí fueron; ellos eran motorizados y se prestaron para ayudar. Me contaron cosas muy, muy duras. Poco después, cuando ya uno podía ir a la Guaira, en aquel entonces tenía una Explorer 4x4, me fui para allá a explorar. Pana, ni te cuento, eso me impactó, porque había sitios que yo conocía que ya no existían. ¡Qué impresionante lo que sucedió ese día y cómo ese miserable de Hugo Chávez no permitió la ayuda de los norteamericanos! ¡Vaina! Dios lo tenga en el infierno. Yo soy ateo, pero si el infierno existe, ese maldito debe estar allá
.Y bueno, por todo lo demás, no me queda sino felicitarte. ¡Qué libro, pana, qué libro! Lo disfruté desde la primera letra. Me quedé esperando la respuesta de la bruja cuando Marcos Loup le propuso matrimonio. Imagino que le dijo que sí, pero qué libro, pana, lo disfruté bastante. Lo he recomendado a varias de mis amistades que les gusta la lectura. Por todo lo demás, todo bien, pana, todo bien. Espero que tú también te encuentres bien. Te mando un fuerte abrazo, hermano. ¡Cuídate